Cuando mis largos dedos se posan sobre la arena, poso mis manos en la historia de la Humanidad; poso mis manos en Jesús, en Buda, en Madre Teresa, en Ghandi...
Poso mis manos en las Madres que viven y en las que se han ido. Poso mis manos en los miles de niños que hoy nacen a un mundo nuevo con la esperanza de hacerlo mejor.
Mis dedos se deslizan entre los granos arenosos
y puedo sentir el palpitar de la Tierra y converso con ella.
Y me pierdo en pensamientos nuevos, sentimientos ocultos que llevo dentro de mi. Así me deslizo a la orilla y abrazo mi mar.
1 comentario:
Hola, un placer leer y poder comentar.. que bello y precioso cuando mis ojos leen algo extraordinario.. solo puedo decirte que felicidades por el blog y aun mas por su contenid!!
SALUDOS ENORMES DESDE TENERIFE!
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