Espero este momento desde los doce años. A través de mi madre Aurora entendí que mi misión en esta vida es ser madre. Siento como mujer. Voy a ser madre. Soy un hombre feliz en camino a recoger mis dos hijas. Un hombre a punto de parir.
Parir dos hijas de la Tribu africana Himba localizada al noreste de Namibia, semi-ganaderos que llevan en su sangre la tradición de la poligamia. Aquí la adopción de los hombres es permitida y aceptada por la gran necesidad de salir de la pobreza. Ofrezco un futuro mejor a mis dos hijas gemelas. Trabajo con Médicos Sin Fronteras.
Las niñas Ana Nefertari ( significa reina de la paz) y Paloma Makeda (significa reina etíope descendiente del Rey David) tienen 4 meses. Las he visto en fotos a través de internet. Ana tiene los ojos profundos, perdidos (se que me busca, de alguna manera pienso que fui su madre en otra vida), piel negrísima como imán que no ha visto el mar. Su sonrisa me confirmó la decisión de ser padre de dos niñas africanas. Paloma es más pequeña. La copia de Ana. Cuando duerme toca las manos de Ana para que no las separen. Su madre tiene 12 hijos más de diferentes maridos. Ikar, su madre, la que da ofrendas de amor me regala sus hijas, me las ofrenda como regalo por salvarle varios niños de la malaria con una simple vacuna. A cambio le he prometido volver con Ana y Paloma cuando cumplan cinco años.
Sus raíces son africanas, eso no lo puedo olvidar. Llevan en su sangre tribal el ser nómadas. Nómadas con un padre médico que las ha amado desde los doce años.
Conocí esta tribu desde los 28 años, hoy tengo 36. El Rai-Sun o jefe de esta tribu me conoce y me estima pues los he visitado por años llevándole medicinas, vacunas y operando a varios miembros de su tribu. Me llaman el médico rubio el Tib-bi-yun. Me he cuidado de que el gobierno de Namibia apruebe todos los documentos para salir a la isla de Puerto Rico, territorio de los EU. Estoy en paz.
Sólo llego hoy a Africa.
Sólo tomaré mis hijas en mis brazos.
Besaré de frente mis sueños.
He parido.
Del diario del Dr. Juan Carlos Ortiz de los Ríos amigo personal a quien espero recibir en el aeropuerto de San Juan con sus gemelas africanas, sueños cumplidos.
