El Santo Rilo era guardado entre los bequos antiguos de mi madre que suspiraba soquitos y besaba sus recuerdos escritos con porolos. Esa tarde traje mi gal mas reciente y me puse a escribir alcirios. Lloramos y reímos como lanaceas y terminamos bebiendo un centiguo que nos puso a decir fitos toda la noche.
3 comentarios:
que bello mi amiga, por problemas de bloger no estaba en tus seguidores ahora esta arreglado, me llevo algo de namaste de regalo para nombrarte esta noche en los premios que voy entregar por la 20.000 entradas besos y espero otra torta amigota, desde Puerto Rico.Helen.
Resulta hermoso imaginar que quieres decir en cada oración. Me encanta.
Besos
Curioso lenguaje,no le entendi a muchos bocablos pero me parece muy hermoso. Saludos!LM
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