viernes, 29 de mayo de 2009

La Noche del Martes

Esta noche la prisión se descubrió. Los barrotes cayeron, primero fueron los dedos, luego las manos completas. Tatuaron un cuerpo que pedía a gritos abrazos que como mariposas en celo se posaban sobre tu boca. Elisa tenia la llave de su prisión pero permaneció adentro en silencio. Allí hace años ya era libre por eso se fue al mar y nadó sin parar como ballena rubia guiada por delfines muy grises. Mar adentro se hizo libre.Abrió la llave de su prisión.

2 comentarios:

margret dijo...

Me gusta mucho lo que estas escribiendo... Un abrazo..

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Bellas palabras,: "El mar, testigo milenario de nuestros sentimientos y la madre eterna en nuestro corazòn".
Besos
Lydia Raquel Pistagnesi