martes, 6 de julio de 2010

una tarde de verano

un ángel mujer nos acompaño al mar era rubia con bermudas blancos miraba el cielo azul limpio de nubes que nos acariciaba a mi madre y a mi caminaba justo detrás de ella no flotaba no era transparente ni tenía alas sus sandalias sonaban con fuerza en los adoquines grises marcando un ritmo que solo yo escuché se acercaba para ser testigo de nuestra conversación mientras la miraba pensando que al llegar al portón verde saldría con nosotras a la playa se adelantó cuando le pregunté a mi madre me dice ¿quién? ellos no avisan en algunas tardes de verano se dejan ver cuando las madres están tan felices…

1 comentario:

Marisol Cragg de Mark dijo...

Será cierto que tenemos ángeles que caminan a nuestro lado... quisiera creer que sí.
Te dejo un cordial saludo y un gusto haebrte leído.