
Al mar le hago cosquillas
cuando entro posando la punta de mis dedos
y dejando que la ola me acaricie.
Es curioso, dentro de mi puedo sentir su risa.
Puedo ver en mis manos esa transparencia marina
donde lo humano desaparece y somos uno.
En la profundidad mis manos se mueven cual aletas olvidadas,
puedo sentir la voz del océano murmurando a mi paso sonidos
que me son deliciosos.
Corrientes frías y calientes abrazan mi cuerpo que flota
y rie escuchando tu voz.
1 comentario:
En el paraíso celebrando la vida... Hermosa frase, Lucille. Un abrazo
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